domingo, 10 de octubre de 2010

24-25

Con alcohol en el cuerpo miro los papeles de mi escritorio. Hace un par de noches dejé uno de ellos ahí. Lo hice media sonámbula. Escribí en él con una letra casi ilegible. Lo que pasó esa noche fue que me quedé dormida con la radio prendida y de repente sonó una canción que me apretó la guata y la garganta y los dientes. Así, media incosciente. Entonces me levanté, busqué una boleta y anoté una frase de la letra para después buscarla. Porque hay veces, muy pocas eso sí, que no me hago de rogar para dejar de lado la flojera.
De los 24 a los 25.

La canción ACÁ

(Sale una cabra lloriqueando, pero el rollo va más por esa película maldita que me persigue y me persigue)

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