martes, 28 de agosto de 2007

El doblevé no sé cuantito

Celular de poca música taquilla y que le costó deshacerse del mal sabor que dejaba Depeche Mode; de fotos con tigoS- sin tigoS, algunas fomes, otras feas, unas cuantas lindas y tres que no aún no me doy permiso para desechar; de más llamadas perdidas que recibidas; de fechas que nunca me voy acordar; de despertador que reventaría cada mañana; de mensajes borrados y almacenados y otros requete leídos y "roba- sonrisas"; de números freaks como el del "Hombre fantasilandia" o un supuesto exorcista de los archivos secretos católicos; de juegos para una persona sin sueño.
Celular que sobrevivió a un naufragio en Limón Soda, la que se dio vuelta en un bolso playero, y por lo que recibió primeros auxilios de un secador amigo. Ése que se refugió en un bolsillo ante el posible secuestro de un manilarga, que ha rodado con poca clase por las escaleras de cuanta casa se la ha antojado, que se queda sin plata con desfachatada rapidez, que le gusta el escándalo con sonido a Morrisey justo en clases, que tiene números que ni con mil piscolas encima marcaría, otros que dicen entre paréntesis "no contestar" y los últimos que me muero por apretar.
Maldito celular sublevado, ya llevas dos veces en menos de una semana. Todavía tengo ese ladrillo fiel guardado, ojo.

domingo, 26 de agosto de 2007

Una estupidez

Sábado en la noche: NO TE SOPORTO!

No quiero ir a ningún puto aeropuerto a ninguna puta hora de la mañana. Menos contigo.Voy a dormir acurrucada hasta tarde como a mí me gusta, para levantarme a tomar jugo y meterme de nuevo a la cama a pensar que las mañanas no debieran existir y, entre las sábanas, no me va costar mucho burlarme de que me estés odiando.
Pero hay algo en todo esto que me da verdadera risa: Estas peleas, a nosotros, no nos corresponden.
Las seis yo que me rodean se funden en una sola carcajada. Te voy a llamar.