lunes, 25 de julio de 2011

¿Quién es tu Blake Fielder-Civil?


Desde la cárcel, Blake Fielder-Civil recibió la noticia de la repentina, pero predecible muerte de Amy Winehouse. El villano, que reconoció haberla introducido en un mundo drogodependiente y al que todos apuntaron con el dedo, dijo que estaba destrozado con la noticia. Es que a pesar de haber formado una nueva vida, parece que todo el mundo sabía que esa historia tóxica y adictiva aún no terminaba. Hubo una vez en que ella estuvo a punto de morir en su brazos y los de la heroína...y él tuvo que revivirla a punta de respiración boca a boca. Ella era perseguida por lo paparazzis cada vez que lo iba a ver a prisión, con sus ojos bien delineados y su peinado retro impecable. Cada vez más huesuda.
Esas relaciones que nadie aprueba, pero son duras de matar. Autodestructivas, podridas y bellas. Relaciones que en la ceguera parecen valer todos los dolores. Y se agarran con imágenes intensas y perfectas, con buen sexo, con sentimientos llevados al extremo. Se trata de todo condensado: de mucha ira, de mucho amor, de consumirse, de quitarse la puta energía y dársela de vuelta, toda de una. Asfixia, atrapa y se convierte en necesaria. Incluso son medias chanas. O sea, partiendo de la base que el amor es permitidamente flaite y -con algo de pena lo digo- ochentero. Me encanta! Bueno, el punto es que uno empieza a creer que ése es el amor en su más puro estado y aunque te sientas estúpida por haberte sometido a esa destrucción mutua, no te arrepientes. Y me alejé un poco de mi autorreferencia y lo comprobé preguntándole a gente que me rodea, mientras sacaba la vuelta, si habían tenido un Blake Fielder-Civil. La reacción fue bastante homogénea: un tono quejumbroso + una sonrisita media ladeada. Todas apuntan en menor o mayor grado a que ponerse weón finalmente le da algo de saborcito a la vida. Pero hay que disfrutarlo mirándolo con distancia y hacia atrás...